Sobre este espacio

«Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra». (Colosenses 3:2-3)

«Camino a Jerusalén» es el estado en el que vivimos todos los creyentes. En el día a día lo olvidamos, nos envolvemos en las tareas, placeres y dolores de este mundo y no recordamos que estamos exiliados en un país extranjero. No vivimos en nuestro hogar, estamos lejos de él. El propósito de este espacio es reflexionar sobre cada aspecto de nuestra vida en este país extranjero, de forma que recordemos que estamos aquí de paso. 

Recordar que estamos de paso hacia nuestro verdadero hogar, Jerusalén, donde nos espera nuestro Padre y nuestro Hermano Jesús, impacta nuestra vida aquí de múltiples formas. Cambia la perspectiva en los placeres y en los dolores; así como en nuestras decisiones: en qué y en quienes invertimos nuestro tiempo. En resumen, viviremos el presente temporal con los ojos puestos en el futuro eterno. 

«Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios». (Hebreos 12:1-2)